Piedra de Luna

La piedrita de la luna se enredó, 

cantó por el camino, nadie podía detenerla, 

ese es su camino, bailó, soñó, y su luz crecía con forme subía la montaña, 

más cerca del cielo, enraizada en la tierra, 

la piedrita de la luna frágil, diminuta, pura, brillante, misteriosa, 

la piedrita que se encontró con su delicado hilo dorado y se entrelazó en uno más fuerte, más grande, tan amoroso como ella misma, 

el lapizlázuli colgaba lleno de energía, tanta que la compartía, vibraba, natural, los hilos, ahora 4, una trencita y un eslabón, 

se mezclan, no se quieren desatar, un nudito los detuvo, allí están, soñando cerca del corazón, hasta que se fundan, hasta que se hagan más fuertes, hasta que se caigan, hasta donde quieran llegar.